Juan Giménez de Aguilar


El autor

(Cuenca, 20 de enero de 1876-Alcalá de Henares, 17 de febrero de 1947). 

Escritor, profesor y periodista. Catedrático de Ciencias Naturales desde marzo de 1906, tras ejercer en Cabra (Córdoba), consiguió el traslado a su ciudad natal. 

Figura de una gran valía intelectual, con un espíritu inquieto, fue, por encima de todo un humanista y un hombre que cultivó numerosas facetas, además de estar fuertemente comprometido con la sociedad de su época.

Nombrado en 1931 delegado provincial de Bellas Artes, trabajó en el catálogo del fondo artístico conquense y lo protegió durante la Guerra Civil Española, como miembro de la Junta de Incautación y
Protección del Patrimonio Artístico.

A lo largo de su vida periodística fue redactor-jefe del diario El Mundo y escribió en diversas publicaciones, entre ellas Castilla, revista regional ilustrada,4 de la que fue subdirector en Cuenca, Vida Manchega y varias publicaciones socialistas como La Lucha (década de 1920), Electra (1930-31), República (1931-32) y el Heraldo de Cuenca (1935).

Junto con Rodolfo Llopis, Pío Baroja y Odón de Buen publicó en 1923 la primera Guía de Cuenca. 

Durante la Guerra Civil fue detenido y encarcelado en la prisión provincial y condenado a muerte. En 1940 se le conmutaría la pena máxima por la de treinta años de prisión. En 1947, residiendo en Alcalá de Henares, cuya cárcel había sido la última en la que estuvo preso, murió a los setenta y un años de edad.

Residió en una casa el Alfonso VIII, a la altura del número 91. Pero también pasó largas temporadas en su casa familiar: La finca de Casablanca, que  a comienzos del s. XIX, había pasado a manos de Calixta Cano, con quien se casó. Allí construyó un pequeño teatro, fundó una Sociedad Familiar, una especie de casino, donde se leía la prensa y se daban clases de declamación y piano. 

En los años 20, Casablanca fue el centro intelectual y de referencia cultural de la ciudad en numerosas ocasiones. Tanto Juan Jiménez de Aguilar como su hermana, Josefa, casada con Emilio Sánchez Vera, atraían escritores e intelectuales de toda España (se sabe que pasaron por allí García Lorca, Ramon y Cajal y los Hernández Pacheco, entre otros).

El lugar

La calle Alfonso VIII debe su nombre al Rey castellano que dirigió la conquista de Cuenca en 1177. 

Comienza a la altura de la Plaza Mayor y continúa hacia abajo hasta la altura de de la Iglesia de San Felipe, donde toma el relevo la calle Andrés de Cabrera.

Las viviendas tienen la peculiaridad de que por su parte trasera, la calle de Santa Catalina, se prolongan hacia abajo, de manera que uniendo los pisos de la parte superior, llegan a alcanzar las nueve plantas, recibiendo por ello el nombre de "rascacielos" de Santa Catalina.

También resultan muy llamativas las fachadas de diferentes colores, sobre todo en el primer tramo de la calle en la acera izquierda.

Se conservan en Alfonso VIII dos grandes edificios del s. XVIII: la Casa del Corregidor y la Casa-Palacio de los Clemente de Aróstegui.

Más información:

Ángel Luis López Villaverde: Juan Giménez de Aguilar (1876-1947): conciencia crítica de la sociedad conquense. Universidad de Castilla la Mancha, 2005. (Colección Almud, 1)

Ruta II


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