El Jardín de los Poetas

El Jardín de los Poetas fue bautizado con este nombre oficialmente, por el Ayuntamiento de Cuenca, en un acuerdo del 18 de mayo de 1956. 

Se encuentra situado en la bajada desde la Iglesia de San Felipe hacia la Hoz del Huécar, en un rincón algo escondido desde el que, sin embargo se puede disfrutar de unas preciosas vistas al barrio de los Tiradores y el Cerro del Socorro, al amparo de la Torre de San Gil y la bella portada de piedra.


A pesar de que en su día se pensó en este espacio como lugar ideal para realizar en él recitales de poesía de forma continuada, solamente se llegó a celebrar un encuentro: en septiembre de 1957 un grupo de escritores llevó a cabo un homenaje a Luis Astrana Marín, ideado por Enrique Domínguez Millán, que consiguió reunir a 17 personalidades del mundo de las letras: Luis Gallástegui, Timoteo Marquina, Fernando Delgado, Carlos de la Rica, Leandro de la Vega, Amable Cuenca, Miguel Valdivieso, Acacia Uceta, María Paz Viloria, Andrés Vaca Page, Mauricio Monsuárez y Federico Muelas, junto con el propio Domínguez Millán y dos espontáneos añadidos: Juan Ignacio Bermejo Gironés y Alfredo Pallardo.

Fotografía tomada del blog de Editorial Olcades

El Ayuntamiento de Cuenca tenía previsto para El Jardín de los Poetas un proyecto más ambicioso, impulsado por el concejal Florencio Cañas, que incluía no solo tertulias y recitales, sino que una "celda del viajero poeta", en la torre de san Gil, para acoger a autores que quisieran pasar una temporada escribiendo en nuestra ciudad. El proyecto no se llevó a cabo, ni se repitió el recital, que sin embargo permanece en la memoria colectiva de los conquenses como una noche memorable en un espacio ideal para este tipo de encuentros.

Tras la remodelación del jardín en el año 2019, este ha adquirido un carácter más sobrio, más parecido a una plaza que a un espacio ajardinado, pero como parte de las obras, se grabaron en la Torre de San Gil unos versos de Federico Muelas (lo cual ya había acordado aquel pleno municipal de 1956).



SONETO A CUENCA DE  FEDERICO MUELAS

Alzada en limpia sinrazón altiva
–pedestal de crepúsculos soñados–,
¿subes orgullos? ¿Bajas derrocados
sueños de un dios en celestial deriva?

¡Oh, tantálico esfuerzo en piedra viva!
¡Oh, aventura de cielos despeñados!
Cuenca, en volandas de celestes prados,
de peldaño en peldaño fugitiva.

Gallarda entraña de cristal que azores
en piedra guardan, mientras plisa el viento
de tu chopo el audaz escalofrío.

¡Cuenca, cristalizada en mis amores!
Hilván dorado al aire del lamento.
Cuenca, cierta y soñada, en cielo y río.

Ruta II

A. Tirso de Molina > B. Grupo del Seminario > C. Mosén Diego de Valera > D. Lucas Aguirre > E. José Luis Coll > F. Clemente de Aróstegui > G. Juan Giménez de Aguilar> F. Julio Arturo Valero. >I. El Jardín de los Poetas.

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