Álamos y chopos

Escueto, suyo entre los suyos, grave,
el alto chopo en la ribera erguido
es un afán de cielo contenido,
plegada vela de amarrada nave.

El álamo es un alma hermana. Sabe
la llaga oculta de mi pecho herido.
Me lo dice en su adiós, estremecido
de blanda risa a la caricia suave.

Hijos del verde Júcar, al estío
tiembla el álamo blanco y tiembla el río,
unidos por el ansia de su anhelo.

Y el chopo en tanto por el aire avanza,
agua que va a la mar, con la esperanza
de diluirse en el azul del cielo.

Federico Muelas. "Alamos y chopos". En Cuenca en volandas. Ediciones Olcades, 2010

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